Cada vez son más
los estudios y los medios que ensalzan
virtudes de reír y sonreír. Según la RAE reír consiste en manifestar
regocijo mediante determinados movimientos del rostro, acompañados
frecuentemente por sacudidas del cuerpo y emisión de peculiares sonidos
inarticulados. Lo que está claro que tanto la risa como la sonrisa
tienen grandes beneficios. Cuando reímos ponemos en movimiento al menos 6 pares
de músculos que además (según estudios) son una muestra de alegría, confianza e
incluso favorecen a nuestra salud (el sistema circulatorio, la digestión,
alarga la vida…)
¿Y sin embargo
por qué no potenciamos más este hecho? A pesar de todos los beneficios que
reporta me atrevo a decir que la risa es una de las grandes infravaloradas, uno
de los medios en el trabajo o en el aula más desperdiciados. Personalmente creo
que no aprovechamos todo el potencial que la risa y la sonrisa nos pueden
aportar, incluso en muchos casos, llegando a cortarlas de raíz o casi
prohibirlas. La risa y la sonrisa son signos de una persona feliz, contenta,
alegre, confiada. Un ser humano alegre y confiada es una persona con menos
miedos, frustraciones y más segura de sí misma. Potenciando la sonrisa
estaremos ante personas más felices, más participativas, con mayor disposición
tanto a trabajar como aprender. Y no sólo eso, la risa y la sonrisa van a
mejorar el ambiente y el clima del aula, favoreciendo la relación y comunicación
entre los diferentes agentes así como el trabajo a desarrollar dentro y fuera
de la misma. En conclusión, la risa y la sonrisa pueden ayudarnos a sacar un
mayor rendimiento personal y social de nuestro alumnado, por lo tanto no las
desaprovechemos.
"La sonrisa es una verdadera fuerza vital, la única capaz de mover lo inconmovible"
Orisson Swett Marden (escritor)